El deseo bajo el poder de las hormonas

hormonas

La evaluación clínica es la única herramienta y oportunidad para detectar un trastorno sexual, considerando que en la transición que experimenta la mujer hacia la menopausia no solo se presentan alteraciones en sus hormonas sino cambios en su contexto familiar, social y de pareja, los cuales influyen en su respuesta sexual.3, 4

Cuando la sexualidad es una fuente de estrés y la relación de pareja parece debilitarse cada vez más, en la base puede estar la disfunción sexual femenina (DSF), un conjunto de trastornos psicosomáticos que impiden disfrutar las experiencias sociales. Dentro de la DSF hay 4 tipos de trastornos: del deseo, de la excitación, del orgasmo y del dolor durante la relación sexual.1, 2

La DSF puede presentarse incluso en mujeres jóvenes, sin embargo, varios estudios concluyen que el desinterés por la sexualidad aumenta con la edad y se relaciona con una menor calidad de vida, insatisfacción y poca felicidad. Especialmente, con la llegada de la menopausia se triplica el riesgo de sufrir un trastorno sexual y, en este punto, tanto los tratamientos hormonales como las terapias dirigidas al bienestar emocional influyen en la calidad de la actividad sexual.2

Pero, a pesar de que los trastornos sexuales tienen solución, menos de la mitad de las mujeres hablan abiertamente del tema con su médico. Ahora bien, dado que la DSF tiene diferentes causas, el diagnóstico y el tratamiento deben ser multidisciplinarios.2, 3

Entre las razones más comunes que afectan el disfrute de la sexualidad se encuentran la maximización de los cambios fisiológicos derivados de la caída de los niveles de estrógenos, la percepción social de que el ejercicio de la sexualidad es exclusivo de los jóvenes, problemas de la pareja, como eyaculación precoz y disfunción eréctil, conflictos dentro de la relación de pareja y conductas de evitación de algunas mujeres que nunca han disfrutado verdaderamente su sexualidad.2

En el ámbito clínico, la sexualidad femenina debe tener un espacio relevante que reconozca la importancia que esta tiene para la calidad de vida. Un aspecto fundamental en este abordaje es la diferenciación de cuáles síntomas están asociados con el cese de la función estrogénica y cuáles no, para, de este modo, ofrecer tratamientos e intervenciones eficaces centrados en la mujer y en lo que ella desea para su vida.2


Referencias:

  1. Velásquez A, Cabrera J, Enríquez L, Peña S. Cartilla educativa informativa acerca de las disfunciones sexuales femeninas [Tesis de grado]. Bogotá:Universidad Católica de Colombia; 2021. Disponible en: https://bit.ly/3A6aINH
  2. Aldana E, Cervantes G. Disfunciones y trastornos sexuales en mujeres en climaterio: pacientes del Instituto Nacional de Perinatología. Revista Colombiana de Ciencias Sociales. 2021;12(2):563-87. Colombiana de Ciencias Sociales. 2021;12(2):563-87.
  3. Mancilla A, De la Torre P. Disfunciones sexuales femeninas. Guía de práctica clínica. Colegio Mexicano de Especialistas en Ginecología y Obstetricia. 2018;82-100.
  4. Espitia F. Fisiopatología del trastorno del deseo sexual en el climaterio. Rev. Méd. Risaralda. 2018;23(1):58-60.
COL1322681 - JULIO 2024